lunes, 12 de marzo de 2012


Una mujer conforme al corazón de Dios 
Busca al Señor de su vida 




Lucas 10:42 dice: “Pero sólo una cosa es necesaria y María ha escogido  la buena 
parte, la cual no le será quitada”. 

I.   Un  corazón  conforme  al  corazón  de Dios  es  voto  a Dios.    Todas  las mujeres 
cristianas,  las hijas de Dios, debemos disponer nuestra vida, alma y cuerpo para 
atender a lo que Dios quiere que yo sepa y haga.  Por esa razón es muy importante 
que a medida que voy conociendo al Señor de mi vida a  través de su Palabra, mi 
corazón  vaya  cambiando.  Los  cambios  en  las  personas  siempre  se  van  a  dar, 
también en la vida cristiana, los cambios se van a dar.   Eso fue lo que María hizo, 
cambio su corazón hasta detenerse en la mejor parte.  (nuestra experiencia como 
grupo  cada  semana).   Como  lo  lograremos?.   1)   Escoja  los  caminos de Dios  en 
cada  oportunidad  que  tenga  (esta  época  es  tentadora,  buscando  otro  tipo  de 
caminos que no le llevaran a ningún lado o le llevarán a un fracaso) Proverbios 3:6.  
2)  Comprométase  con  el  Señor  diariamente.  No  lo  busque  solo  cuando  tiene 
aflicción  o  siente  que  no  puede  más,  la  devoción  a  Dios  es  diariamente.   Eso 
implica buscarle en oración y en  la  lectura de  la palabra.   3)   Cultive un corazón 
ardiente, esto le permitirá mantener un equilibrio en sus emociones racional mente.  
Apocalipsis  3:15-16.        De  acuerdo  a  la  escritura,  cual  es  el  corazón  que  Dios 
aborrece.  La frialdad quiere decir que decididamente esta bajo el calor normal, es 
no  tener emociones, estar ajeno y sin conciencia de Dios.   El corazón  tibio, es el 
que está moderadamente caliente, este es indiferente (ni fu, ni fa o sea que baila al 
son que le tocan; no es ni chica ni limonada).  La otra opción es ser caliente, esa 
debe ser nuestra condición espiritual.   Es la persona que es apasionada, emotiva, 
entusiasta,  por  lo  tanto  comprometida  con  el  Señor,  siempre  esta  tratando  de 
hacer algo en la obra del Señor. 

II.   Un  corazón  conforme  al  corazón  de  Dios    permanece  en  la  Palabra.    En 
Eclesiastés 3:2 nos habla  del  “tiempo  de plantar”.   Una  de  las mejores maneras 
para hacer crecer nuestra vida es plantando en ella la Palabra de Dios.  Las raíces 
de una planta no se ven, pero esas raíces tienen varios propósitos:  le sirven para 
recibir, para almacenar, para que la planta se apoye.  De esa manera la planta no 
se  muere.    Lo mismo  sucede  con  nosotras  a medida  que  permanecemos  en  la 
Palabra, nos vamos fortaleciendo en la vida cristiana. 

¿Cómo podemos lograr ser mujeres conforme al corazón de Dios?. 
1)  desarrollemos el hábito de acercarnos a Dios a través de la lectura de la Biblia.  
Únicamente a través de la rutina (día tras día) crearemos un hábito de lectura. 
2)  Planifique  un  tiempo  personal  para  estar  a  solas  con  el  Señor.    Empiece 
dedicándole unos 10 minutos diarios, leyendo uno o dos versículos, para crear 
el hábito. 
3)  Sueñe con ser una mujer conforme al corazón de Dios.  Quiero ser la mujer de 
la cual Dios se sienta complacido de mi decisión de ser conforme a su corazón. 

III.  Un corazón conforme al corazón de Dios se compromete a orar:  Salmo 121, el 
salmo del viajero dice “Alzaré mis ojos a los montes, de dónde vendrá mi socorro, 
mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”.   Son varias las cosas que hace la oración en la mujer cristiana.  1) aumenta nuestra fe,  2) nos provee 
un  lugar donde dejar nuestras cargas 1ª Pedro 5:7 3) me  recuerda que el Señor 
está cerca, Salmos 46:1,    4)  la oración me capacita a no entrar en pánico  Lucas 
18:1,  5)    La  oración    cambia  las  vidas.   La  oración  no  debe  ser  practicada 
únicamente en época de crisis, de aflicción o angustia.  La oración es la manera en 
la  que  nos  dedicamos  a  hablar  con  Dios  y  a  través  de  ella  le  agradecemos,  le 
alabamos,  le  confesamos  nuestros  pecados,  le  compartimos  nuestras  angustias 
dejándole nuestras cargas.  

IV.  Un corazón conforme al corazón de Dios se compromete a obedecer.  Hechos 
13:22 describe exactamente lo que El desea de mi.  Existen dos tipos de corazones 
a) el obediente y  b) el rebelde. 
El  corazón  obediente  es  el  que  está  dispuesto  a  seguir  las  instrucciones,  a  no 
protestar y creer que lo que se le esta permitiendo hacer o decir es lo correcto, no 
alega, no se revela, simplemente obedece. 
El corazón rebelde, siempre va a estar cuestionando el por qué debe de obedecer, 
o por qué debe cambiar, o por qué debe hacer, etc.  El corazón rebelde va a buscar 
sus propias herramientas para vivir la vida.    
El ejemplo claro de dos clases de corazones lo vemos en David y Saúl.  
1  Samuel  13:14  nos  dice  que  estaba  el  corazón  del  Señor  respecto  a  Saúl,    y 
también nos dice como estaba el corazón de Dios respecto a David.  David estaba 
dispuesto a obedecer, David sirvió a Dios, David estaba preocupado por seguir  la 
voluntad de Dios, David estaba centrado en Dios,  y aunque no le obedeció todo el 
tiempo (creo que nosotros hemos estado así en algún momento), era conforme al 
corazón  de  Dios,  y  aunque  David  era  fuerte  físicamente,  era  un  guerrero,  sin 
embargo, aprendió a confiar en el Señor, no confió en sus propias fuerzas.   ¿Qué 
debo hacer entonces? 
**  Concentrémonos en hacer siempre lo correcto. 
**  Dejemos de hacer lo que está mal. 
**  Confesemos cualquier cosa mala. 
**   Aclaremos las cosas con los demás. 

Que este sea nuestro deseo.  Dejando atrás lo que no pudimos hacer, pero 
proponiéndonos delante del Señor nuevas metas para SU gloria

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